Amores sobre esti­o. Medicina dura, chicas amore mio

Amores sobre esti­o. Medicina dura, chicas amore mio

El dia en que lo conoci, mi origen me dio un tortazo. Empezaba el primer veranillo de el nuevo milenio asi­ como mis dias eran invariablemente luminosos. Yo tenia 21 anos desplazandolo hacia el pelo vivia en un estado permanente de felicidad, ni siquiera me hacia carencia buscarla por motivo de que la daba por sentada.

Aquella noche habia quedado con 2 amigas Con El Fin De montar y escaso mas, cualquier tenia que tener sido normal, lo esperado cada fin de semana. Aquel primer tequila cambio mi vida para todo el tiempo.

Ya me habian hablado de el novio, un arquitecto sobre 31 anos de vida que habia llegado a Mallorca hacia pocos meses. Con la nariz grande y no ha transpirado alguna cosa ladeada; castano, con los labios finos y no ha transpirado la quijada marcada. Me paso lo mismo de todo el tiempo, supe en cuanto lo vi que me acostaria con el novio. El primer mimo se lo di yo y el me llevo a la cama.

Habiamos bebido y nos quedamos dormidos. El sexo etilico se puede disfrutar, sin embargo el memoria del placer y los fluidos todo el tiempo queda en la memoria tenido por la nebulosa. El tequila diluye esos recuerdos y cuando crees que has conseguido recuperar algunas imagenes, se te escapan como cascaras sobre pipas de dentro de los dedos.